El peligro de que menores de edad usen sus móviles para ver pornografía o películas demasiado violentas es casi inevitable si los niños tienen teléfono e internet sin restricciones.
El porno se cuela no sólo en los hogares, a través de los ordenadores, sino también en las aulas. La escuela primaria de Rotorua (Nueva Zelanda) ha recibido multitud de quejas de padres que descubren asombrados que sus hijos ven pornografía sin ningún tipo de restricción en el colegio.
Pero el caso de la escuela de primaria de Rotorua, en Nueva Zelanda, ha puesto el grito en el cielo de muchos padres, porque en los últimos días acaban de descubrir no solo que sus hijos ven pornografía en clase -algunos con solo ocho años- sino que el colegio hace la vista gorda y no toma medidas para remediarlo.
El Ministerio de Educación neozelandés ha hablado con el director del colegio que ha confirmado que ha recibido una queja al respecto.
Según la empresa de software que trabaja con el colegio, el acceso al porno se está convirtiendo en “un problema masivo” para los niños.
“He oído hablar de escuelas donde a algunos niños se les obliga a apagar sus móviles en el recreo porque son adictos al porno. Y tienen 13 ó 14 años”, declara Rory Birkbeck, de la organización SafeSurfer al nzherald.
Una de las madres que se han quejado de este problema reconoce que su hijo fue a buscar en el ordenador de su colegio -en este caso el Selwyn School, con unos 450 alumnos- una información sobre libros electrónicos y acaba viendo chicas desnudas.
Otra madre contó cómo llegó un día su hijo de 7 años ha casa y empezó a actuar de forma extraña hablando de traseros y moviéndose de una forma que nunca antes había utilizado.
También hay mucha violencia en los contenidos que ven estos niños. Así se lo contó un hijo a su madre, que le confesó cómo vieron a un hombre matar a una chica y hacerle “mil pedazos” la cabeza.
El director de la escuela, Peter Barker, no ha querido realizar comentarios al respecto más que “existen una serie de políticas y procedimientos establecidos para que los padres puedan plantear sus problemas a través de los canales apropiados”.
Pero la madre que utilizó esos canales para quejarse de la situación que se vive en el colegio volvió a quejarse una semana después diciendo que nada había cambiado y que los niños seguían accediendo a todo tipo de páginas en las clases y en el recreo.
Los niños admiten que sus profesores no les hacen caso y miran hacia otra parte, por eso existe tanta impunidad.
“El colegio anunció que iba a implementar un programa para evitar que los alumnos pudiesen acceder a esas páginas con el wifi, pero nada”, se queja uno de los padres.
Fuente: Actuall
No hay comentarios:
Publicar un comentario