Un hombre homosexual decidió cambiar su estilo de vida, después que asistió a la iglesia y de leer la Biblia todos los días. Al cuestionar su vida pasada, recibió a Cristo y su vida fue restaurada. Ahora está casado con una mujer cristiana y es pastor de una iglesia.
Sólo Dios puede transformar la vida de cualquier persona inmerso en situaciones difíciles de la vida. Este es el caso de Michael Glatze, un periodista y ex activista LGBT, que decidió dejar en el pasado su vida como gay.
"Siento fuertemente que Dios me ha puesto aquí por una razón. Incluso en los días más oscuros de las fiestas nocturnas, el abuso de sustancias y todo tipo de cosas, y cuando me preguntaba "¿Por qué estoy aquí?, ¿Qué estoy haciendo con mi vida?", siempre había una voz allí", dijo Michael.
Él asegura que el cambio comenzó en 2005, cuando fue invitado a una iglesia. Mientras estuvo allí, se vio a sí mismo bajo alguien diferente y empezó a cuestionar el camino que había tomado.
"No conociendo a nadie con quien pudiera acercarme con mis preguntas y mis dudas, me volví hacia Dios", explicó. "Yo había desarrollado una relación creciente con Dios", dijo.
Comenzó a a asistir a una escuela bíblica en Wyoming, donde conoció a una mujer llamada Rebekah. Ellos se casaron en 2013. Aunque algunos criticaron a su novia por casarse con un ex gay, Glatze explicó después de su boda, que ve la homosexualidad de manera diferente de lo que hizo en su juventud y ahora cree que hay libertad en Cristo.
"Creo que la homosexualidad es un defecto, un error, una distorsión y algo de lo que uno puede ser completamente restaurado", afirmó. "Estoy aquí para vivir una vida buena, que honre a Dios. Y como cristiano, sería un mentiroso si no le dijera a la gente lo que Dios hizo en mi vida".
Recientemente se lanzó una película acerca de esta etapa de su vida, de cómo conoció el Evangelio y cómo se dio cuenta que el cristianismo no es lo que él pensaba que era.
Glatze ahora sirve como el pastor de la iglesia de la comunidad del sur de Goshen en Yoder, Wyoming.
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